domingo, 11 de enero de 2015

DOMINGO 11 DE ENERO DE 2015 - BAUTISMO DEL SEÑOR.

DOMINGO 11 DE ENERO DE 2015 - BAUTISMO DEL SEÑOR.

Autor: P. Juan Manuel Toro Vallejo.
Fuente: www.mensajespanyvida.org

SEPAN QUE EL REINO DE DIOS ESTÁ CERCA

PRIMERA LECTURA

Así dice el Señor: «Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero. Sobre él he puesto mi espíritu, para que traiga el derecho a las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, el pábilo vacilante no lo apagará. Promoverá fielmente el derecho, no vacilará ni se quebrará, hasta implantar el derecho en la tierra, y sus leyes que esperan las islas. Yo, el Señor, te he llamado con justicia, te he cogido de la mano, te he formado, y te he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones. Para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión, y de la mazmorra a los que habitan las tinieblas.»

SEGUNDA LECTURA

En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: «Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea. Envió su palabra a los israelitas, anunciando la paz que traería Jesucristo, el Señor de todos. Conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.»

EVANGELIO

En aquel tiempo, proclamaba Juan: «Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.» Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en el Jordán. Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia él como una paloma. Se oyó una voz del cielo: «Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto.»

LA FILIACIÓN

Resulta un poco extraño el que el tiempo de navidad, cuando contemplamos a un pequeño niño nacido en Belén, luego visitado por los reyes magos (hace ocho días), ahora nos lo muestren ya adulto y bautizándose en el Jordán. ¿Qué tiene que ver el bautismo de Jesús con las fiestas navideñas?
MUCHÍSIMO.

Las obras maravillosas de Dios, no solo nos asombran cuando contemplamos EL QUÉ (en qué consisten), sino que debemos ahondar esencialmente en el PARA QUÉ (que pretende Dios con sus obras).

Los padres de la Iglesia nos han dicho en múltiples ocasiones que si Dios se hace hombre, es para que el hombre se haga Dios; es como un intercambio. Luego es muy asombroso que Dios nazca como un niño en Belén viniendo a ser Hijo del Hombre, pero también resulta como inaudito que por esa obra maravillosa nosotros nazcamos como hijos de Dios.

Por eso el fruto maravilloso de la navidad es posibilitar nuestro bautismo, que es cuando consolidamos nuestro nacimiento como hijos de Dios, y Jesús lo inaugura con su propio bautismo.

De allí que la solemnidad del bautismo de Jesús es la corona del tiempo de la navidad, colmando así el sentido pleno del Misterio de este tiempo grandioso. Pues ¿de qué nos valdría celebrar el nacimiento de Jesús si ese acontecimiento no tocara mi vida?

La navidad alcanza su plenitud cada vez que un niño recibe el bautismo, y en el silencio de Dios resuena la afirmación del Padre: “este mi hijo amado… mi predilecto”.

Que bueno que hoy entendiéramos que EL BAUTISMO ES EL DÍA MÁS IMPORTANTE DE LA VIDA. Nadie se salva por ser sacerdote, o religioso, o padre de familia, o Papa; NO nos salvamos por ser HIJOS DE DIOS.

Señor, Concédenos valorar con gratitud NUESTRO PROPIO BAUTISMO, para que empecemos a vivir de veras como tus hijos amados en Jesucristo.

Un abrazo
P. Juan Manuel Toro Vallejo.

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