miércoles, 5 de noviembre de 2014

Miércoles de la trigésima primera semana.

Pan y Vida se fundó para llevar consuelo, alivio, en tantos momentos difíciles que pasamos a diario ayúdenos a seguir http://bit.ly/1uVrtQZ Miércoles

Like   Tweet  

Pan y Vida se fundó para llevar consuelo, alivio, en tantos momentos difíciles que pasamos a diario ayúdenos a seguir http://bit.ly/1uVrtQZ

Miércoles de la trigésima primera semana.

Lucas 14,25-33

"El que no cargue con su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo.

Haciendo la vida una peregrinación, el cristiano se desprende completamente e inmediatamente, para seguir adelante con Jesús.

Ser discípulo de Jesucristo no es lago difícil de ser deseado; la figura de Jesús se nos presenta tan santa y pura, tan amable y bondadosa, tan humana y tan divina, que no puede menos de arrastrar el humano corazón en el deseo de su seguimiento.

Vemos cómo aun las multitudes juveniles no cristianas se han prendado de la figura de Jesús y la han propuesto como guía y líder en la novela y en el cine.

Pero es que ser verdadero discípulo de Jesús, tal cómo Él nos exige en el Evangelio, es mucho más que esa mera admiración y reconocimiento de sus cualidades y virtudes.

Seguir a Jesús de veras y de cerca supone mucho; por encima de los afectos más dignos y santos, más rectos y más naturales, debe estar el amor de Dios, incluso por encima de la propia vida y del propio yo.

La palabra "odiar" es un hebraísmo con el que Jesús no pide odios o rencor propiamente dicho, sino desprendimiento completo o inmediato de todo lo que puede ser más caro al corazón del hombre.

Hay que poner el amor de Dios encima de todo y de todos.

No se nos puede mandar en el Evangelio que odiemos a nuestros padres, cuando en el mismo Evangelio se nos ordena amar a nuestros enemigos.

La cruz es símbolo de negación; el cristiano debe seguir a Jesucristo en el Calvario, para que luego lo pueda seguir en la resurrección y en la Ascensión a los cielos.

El Señor Jesús nos habla de llevar la cruz y de esa forma expresa la entrega de la propia vida: el discípulo de Jesús debe estar dispuesto al martirio.

"Cargar la cruz" esa frase antigua muy usada para simbolizar el sacrificio de la propia vida; Jesús llevó su cruz: entregó su vida por nosotros; nosotros debemos llevar nuestra cruz: entregar nuestra vida por Él.

"El que no renuncie a todos los bienes no puede ser mi discípulo."

Ser discípulo de Jesús supone una entrega total; ante Él ni caben las medias tintas.

Jesús nos quiere demostrar que no hemos de desprender de todas las cosas, cuando un obstáculo en el camino de nuestra salvación.

Debemos seguir bien el sentido de "renunciar", que no es lo mismo que "dejarlo todo".

"Dejarlo todo" significa apartarse de todo, desprenderse materialmente de todo; es la pobreza y el desprendimiento que Dios exige por razón de su vocación de vida a quienes se consagran a Dios como religiosos.

"Para renunciar a todo" significa liberar al corazón de todas las cosas, lo cual puede hacerse sin dejarlas; es la pobreza de espíritu, el poner orden en los afectos y apegos, lo que Dios exige a todos los que quieran a seguirlo.

Vivencia:

No cabe duda de que el seguimiento de Jesucristo nos impone cruces, sacrificios y vencimientos; a la luz llega por la cruz; al monte de la Ascensión por el monte Calvario; a la gloria del triunfo por los dolores de la crucifixión.

No puedes sonar con un cristianismo cómodo y fácil; para ser cristiano auténtico has de sacrificar tu comodidad y si todos los que siguen a Jesús han de tomar su cruz, cuánto más deberán hacerlo los que como tú pretenden seguirlo más de cerca o con mayor felicidad.

Y más aun, si quieres ser apóstol, porque Dios te ha llamado a ayudarlo en su obra redentora, debes tener presente que no hay redención sin cruz: "Sin derramamiento de sangre no hay remisión de los pecados (Heb 9-22).

Fuente: El evangelio meditado por Alfonso Milagro, Editorial Claretiana.

Los libros de esta colección puedes comprarlos haciendo clic aquí:
www.editorialclaretiana.com.ar

facebook twitter
1px
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario