sábado, 20 de diciembre de 2014

DOMINGO 21 DE DICIEMBRE DE 2014 - 4 DE ADVIENTO.

DOMINGO 21 DE DICIEMBRE DE 2014 - 4 DE ADVIENTO. Autor: P. Juan Manuel Toro Vallejo Fuente: www.mensajespanyvida.org SEPAN QUE EL REINO DE DIOS

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DOMINGO 21 DE DICIEMBRE DE 2014 - 4 DE ADVIENTO.

Autor: P. Juan Manuel Toro Vallejo
Fuente: www.mensajespanyvida.org

SEPAN QUE EL REINO DE DIOS ESTÁ CERCA

PRIMERA LECTURA

Cuando el rey David se estableció en su palacio, y el Señor le dio la paz con todos los enemigos que le rodeaban, el rey dijo al profeta Natán: «Mira, yo estoy viviendo en casa de cedro, mientras el arca del Señor vive en una tienda.» Natán respondió al rey: «Ve y haz cuanto piensas, pues el Señor está contigo.» Pero aquella noche recibió Natán la siguiente palabra del Señor: «Ve y dile a mi siervo David: "Así dice el Señor: ¿Eres tú quien me va a construir una casa para que habite en ella? Yo te saqué de los apriscos, de andar tras las ovejas, para que fueras jefe de mi pueblo Israel. Yo estaré contigo en todas tus empresas, acabaré con tus enemigos, te haré famoso como a los más famosos de la tierra. Daré un puesto a Israel, mi pueblo, lo plantaré para que viva en él sin sobresaltos, y en adelante no permitiré que los malvados lo aflijan como antes, cuando nombré jueces para gobernar a mi pueblo Israel. Te pondré en paz con todos tus enemigos, y, además, el Señor te comunica que te dará una dinastía. Y, cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré su realeza. Yo seré para él padre, y él será para mí hijo. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mí presencia; tu trono permanecerá por siempre.»

SEGUNDA LECTURA

Hermanos: Al que puede fortaleceros según el Evangelio que yo proclamo, predicando a Cristo Jesús, revelación del misterio mantenido en secreto durante siglos eternos y manifestado ahora en los escritos proféticos, dado a conocer por decreto del Dios eterno, para traer a todas las naciones a la obediencia de la fe al Dios, único sabio, por Jesucristo, la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

EVANGELIO

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.» Y María dijo al ángel: « ¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?» El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.» María contestó: «Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Y la dejó el ángel.

EDIFICANDO UNA CASA

La primera lectura de la liturgia de la Palabra del día de hoy se abre presentando una GRAN PREOCUPACIÓN del rey David: "construirle una casa al Señor". Tema interesante de reflexionar en este tiempo de adviento, en el que se prepara la venida del Señor… Si viene el Señor, ¿en qué casa va a vivir?

La casa que Dios quiere no es de cedro, como suntuosamente vivía el Rey David. ¿Cómo construirle casa a alguien que camina en la historia, que batalla hombro a hombro con nosotros contra el enemigo, que vela por las preocupaciones de los hombres, en todo tiempo y lugar?

Hoy el Evangelio nos muestra la propuesta arquitectónica que Dios quiere como casa: las entrañas de una mujer que por su humildad hizo posible la encarnación… la casa entonces ya no es una obra humana, la casa es una obra divina: "el Espíritu Santo vendrá sobre ti y te cubrirá con su sombra", "Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles (Sal 126)". La casa ya no es una construcción material, sino un corazón humilde, capaz de decir FIAT. María, dirá Proclo de Constantinopla, es el templo en el que Cristo se hizo sacerdote.

María es figura de la Iglesia, y como tal es el ejemplo vivo de cómo en la Iglesia, que somos nosotros, Cristo necesita seguir encontrando la cuna de navidad, necesita seguir construyendo en nosotros la morada de Dios, donde cada uno seamos su auténtica casa.

Unámonos con fuerza a María, en esta preparación a la navidad, para aprender de ella a acoger de verdad al verbo encarnado en nuestra propia existencia.

Dios te salve María, llena de gracia… RUEGA POR NOSOTROS . Amén

Un abrazo
P. Juan Manuel Toro Vallejo

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