lunes, 9 de marzo de 2015

Lunes de la tercera semana de Cuaresma.

Lunes de la tercera semana de Cuaresma. Lucas 4,24-30 "Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su propia tierra." Estas palabras de Jesú

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Lunes de la tercera semana de Cuaresma.

Lucas 4,24-30

"Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su propia tierra."

Estas palabras de Jesús ponen en evidencia la incomprensión y el rechazo que obtuvieron las palabras de Jesús y sus enseñanza de parte de sus ciudadanos.

El hombre busca a Dios para servirse de Él; cuando no le es útil, lo rechaza. Dios se acerca a los extraños, aquellos que un no han formado juicio sobre Él, haciéndolos a su imagen y semejanza.

Dios no es una maquina; Él es Alguien, una familia (la Trinidad) siempre original, que inesperadamente entra en nuestra vida.

Dios rompe esquemas, destruye tranquilidades y coloca al hombre en el riesgo de la fe. La respuesta del hombre a Jesús fue el odio. Jesús era un cuerpo extraño que rompía la paz y la falsa seguridad ante Dios.

Si Jesús fue rechazado por los suyos, no te extrañes de que también tú debas experimentar esos rechazos no sólo de tu propia persona, sino también del mensaje de salvación evangélico que tú presentas en tu actividad como apóstol del Señor.

No debes de realizar tu acción apostólica y no debes dejar de mantener a toda costa la verdad y la integridad del mensaje de Jesús, pues la misión del apóstol no es halagar ni complacer, sino enseñar y dirigir.

"Pero Jesús, pasando por medio de ellos, continuó su camino."

Jesús prefirió granjearse la antipatía ante de ceder ni un ápice en su mensaje salvador; más aun, les dice que no somos dignos de su atención que los mimos gentiles, y los reprende severamente por su falta de fe, aunque sabia que ello había de encender el odio en sus corazones.

Muchas veces encontrará oposición en tu apostolado; no debes desistir, ni desanimarte, sino insistir con suma caridad, pero con firmeza, pidiendo auxilio de la gracia, que nunca te faltará; el apóstol que por cobardía no realiza su acción apostólica y no proclamara firmemente el Kerigma de Jesús donde quiera que se encuentre, seria un traidor a su misión.

Alentadoras son las palabras del profeta Isaías 52,7: "Qué hermosos son sobre las montañas los pies del mensajero que trae la buena noticia, que proclama la paz, que anuncia la salvación."

Vivencia:

En este texto vemos un frasco de Jesús en su misión profética; humanamente hablando, Jesús fracasó entre los suyos.

También tú, como apóstol del Señor, fracasarás en algunas ocasiones y quizás el fracaso sea alguna ocasión condición indispensable para el éxito de tu misión; de todas formas el ejemplo de Jesús nos ha de enseñar a saber fracasar y a no desanimarnos por el fracaso.

No temas al fracaso del apostolado, que en pocas ocasiones es el abandono para la semilla germiné, pero sí ten miedo al fracaso del apóstol, cuando éste no ha cumplido debidamente su misión.

Fuente: El evangelio meditado por Alfonso Milagro, Editorial Claretiana.

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