domingo, 27 de julio de 2014

DOMINGO 31 DE JULIO DE 2014 – 17 DEL TIEMPO ORDINARIO.

DOMINGO 31 DE JULIO DE 2014 – 17 DEL TIEMPO ORDINARIO. Autor: P. Juan Manuel Toro Vallejo Fuente: www.mensajespanyvida.org SEPAN QUE EL REINO DE DI

Like   Tweet  

DOMINGO 31 DE JULIO DE 2014 – 17 DEL TIEMPO ORDINARIO.

Autor: P. Juan Manuel Toro Vallejo
Fuente: www.mensajespanyvida.org

SEPAN QUE EL REINO DE DIOS ESTÁ CERCA
PRIMERA LECTURA

En Gabaón Yahveh se apareció a Salomón en sueños por la noche. Dijo Dios: « Pídeme lo que quieras que te dé. » Salomón dijo: « Tú has tenido gran amor a tu siervo David mi padre, porque él ha caminado en tu presencia con fidelidad, con justicia y rectitud de corazón contigo. Tú le has conservado este gran amor y le has concedido que hoy se siente en su trono un hijo suyo. Ahora Yahveh mi Dios, tú has hecho rey a tu siervo en lugar de David mi padre, pero yo soy un niño pequeño que no sabe salir ni entrar. Tu siervo está en medio del pueblo que has elegido, pueblo numeroso que no se puede contar ni numerar por su muchedumbre. Concede, pues, a tu siervo, un corazón que entienda para juzgar a tu pueblo, para discernir entre el bien y el mal, pues ¿quién será capaz de juzgar a este pueblo tuyo tan grande? » Plugo a los ojos del Señor esta súplica de Salomón, y le dijo Dios: « Porque has pedido esto y, en vez de pedir para ti larga vida, riquezas, o la muerte de tus enemigos, has pedido discernimiento para saber juzgar, cumplo tu ruego y te doy un corazón sabio e inteligente como no lo hubo antes de ti ni lo habrá después.

SEGUNDA LECTURA

Hermanos: sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman; de aquellos que han sido llamados según su designio. Pues a los que de antemano conoció, también los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que fuera él el primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó, a ésos también los justificó; a los que justificó, a ésos también los glorificó.

EVANGELIO

Dijo Jesús a la multitud: "El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel. »
« También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas, y que, al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra.
« También es semejante el Reino de los Cielos a una red que se echa en el mar y recoge peces de todas clases; y cuando está llena, la sacan a la orilla, se sientan, y recogen en cestos los buenos y tiran los malos. Así sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de entre los justos y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. « ¿Han entendido todo esto? » Le dicen: « Sí. » Y él les dijo: « Así, todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de una casa que saca de sus arcas lo nuevo y lo viejo.

¿ENCONTRASTE TU GUACA?

Se conoce de personas que se han hecho inmensamente ricas porque han descubierto una guaca, una fortuna incalculable escondida por otros, como las caletas que la policía ha descubierto del narcotráfico en los montes y en las selvas.

Si días atrás, en el domingo tras anterior, en la parábola del Sembrador decíamos que nosotros éramos el terreno donde Jesús sembraba la semilla de su Palabra, hoy podríamos decir que no hemos hurgado suficiente en ese terreno para descubrir ese tesoro. Jesús es la verdadera guaca que la vida nos da la oportunidad para descubrirla.

Dios está dentro de nosotros… PERO quizá no lo hemos descubierto. Tal vez la tristeza de nuestra vida es que "no hemos ENCONTRADO" al Señor realmente.

Tengamos la seguridad que si descubriéramos que existe un yacimiento de petróleo en determinada propiedad que todos desconocen, no dudaríamos en "VENDER TODO" para comprar dicha propiedad.

De igual manera, mientras más descubramos a Jesús como nuestro tesoro, no tengamos la menor duda que renunciaríamos a todo lo que sea necesario (que es venderlo todo) para poder poseerlo, para hacernos una sola cosa con él. En eso es que consiste en REPRODUCIR LA IMAGEN de Cristo de lo que nos habla la segunda lectura.

Jesús visto como tesoro se convierte en una invitación irresistible para seguirlo, para proclamarlo, y ante todo para unirnos muy íntimamente a él.

Ahora bien, un detalle importantísimo: LA ALEGRÍA que señala el Evangelio de quien encuentra el Tesoro. Encontrar a Jesús, se convierte en la persona en la fuente de alegría para asumir y vivir la vida, se convierte en lo que da sentido a la existencia, en la fuerza que es capaz de dinamizar lo que realizo cada día, en el deseo de vivir con el corazón abierto a los demás y con el alma colmada del entusiasmo sobrenatural que nos dispone para la felicidad.

Señor: Abre nuestros ojos del alma para descubrirte dentro, que no busquemos afuera el tesoro maravilloso que se encuentra en nuestro corazón. Amén

Un abrazo
P. Juan Manuel Toro Vallejo

facebook twitter
1px
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario