viernes, 3 de abril de 2015

Sábado Santo. Vigilia Pascual.

Sábado Santo. Vigilia Pascual. Autor: Padre Alberto Martín Jiménez Fuente: Palabra de Dios, editorial ltp.org ¡Ésta es nuestra noche! Sin esta noch

Like   Tweet  

Sábado Santo. Vigilia Pascual.

Autor: Padre Alberto Martín Jiménez
Fuente: Palabra de Dios, editorial ltp.org

¡Ésta es nuestra noche! Sin esta noche! Sin esta noche no tendría sentido nuestra nada, ni nuestra vida misma. Es la liturgia más solemne de todo el año litúrgico; de aquí se desprenden todas las demás. Ésta es la noche que fue nuestro día, la Pascua definitiva de todo el pueblo de Dios; ahora Cristo, con su resurrección, vence al único enemigo que faltaba: la muerte. Esta noche es la noche del ¡Aleluya!, en la que se alegran por fin "los coros de los ángeles y las jerarquías del cielo"; así lo enfatiza el pregón pascual que cantamos con el nuevo pueblo escogido por Dios para llevar a cabo el plan de salvación trazado antiguo. Hoy se cumple la promesa de salvación.

La Pascua siempre coincide con la primera luna llena de primavera, hasta la misma naturaleza testifica la nueva vida que Cristo ha ganado para nosotros. Esto es un recuerdo de la marcha de Israel por el desierto, pues saldrían de noche y, a la luz de la luna llena, caminarían hacia la libertad. Tanto la historia del pasado como el momento presente se conjugan en la experiencia de la resurrección que celebramos esta noche. Hoy, después de haber guardado silencio durante el tiempo necesario marcado por los cuarenta días, como Iglesia rompemos el silencio con el canto victorioso de la resurrección.

La liturgia la marca con los símbolos: el fuego nuevo, por el cual se bendice el cirio pascual que nos recordará cada domingo, especialmente durante la Pascua, la presencia de Cristo Resucitado, de Cristo como luz del mundo. Este rito de bendición del cirio pascual es el más antiguo de la Iglesia.

La liturgia de la palabra constituye un recorrido fantástico a la historia de la salvación. Esta noche en la iglesia primitiva se tenia la última instrucción catequética para quienes serian admitidos en la comunidad de los bautizados en Cristo. Por ello las lecturas, cuya tradición hemos seguido desde el siglo II, reflejan un alto contenido catequético. Si el día de ayer recordamos el sacrificio de Cristo en la Cruz, hoy por medio de las lecturas, escuchamos una vez más las lecturas de nuestra formación como pueblo de Dios y celebramos ya no es un sacrificio, sino la victoria eterna.

Esta noche en la Iglesia primitiva se bendecía el agua bautismal; quienes recibían el bautismo inmediatamente al dominica in albis (domingo de las vestiduras blancas). Ahora, esta noche se bautiza a los catecúmenos y les incluye en la plenitud de la Iglesia, que es enteramente liturgia bautismal de confirmación y eucaristía de los nuevos conversos al cristianismo.

La liturgia de esta noche es el centro de todo año litúrgico; es esta noche la que nos dará sentido a las diversas estaciones que la Iglesia celebra a lo largo del año. Hoy no sólo celebramos la resurrección del Señor, sino que afirmamos nuestra fe en la resurrección de los muertos. Con esta misma alegría que hoy compartimos, estamos llamados a celebrar el misterio pascual de Cristo en cada eucaristía a lo largo del año con la certeza de que el Reino de Dios es algo definitivo, algo que está garantizado por la resurrección del Señor.

facebook twitter
1px
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario