domingo, 26 de abril de 2015

DOMINGO 26 DE ABRIL DE 2015 - CUARTO DE PASCUA.

DOMINGO 26 DE ABRIL DE 2015 - CUARTO DE PASCUA. Autor: P Juan Manuel Toro V. Fuente: www.mensajespanyvida.org SEPAN QUE EL REINO DE DIOS ESTÁ CERCA

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DOMINGO 26 DE ABRIL DE 2015 - CUARTO DE PASCUA.

Autor: P Juan Manuel Toro V.
Fuente: www.mensajespanyvida.org

SEPAN QUE EL REINO DE DIOS ESTÁ CERCA

PRIMERA LECTURA

Pedro, lleno del Espíritu Santo, dijo a las autoridades judías: « Jefes del pueblo y ancianos, puesto que con motivo de la obra realizada en un enfermo somos hoy interrogados por quién ha sido éste curado, sepan todos ustedes y todo el pueblo de Israel que ha sido por el nombre de Jesucristo, el Nazareno, a quien ustedes crucificaron y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por su nombre y no por ningún otro se presenta éste aquí sano delante de ustedes. El es la piedra que ustedes, los constructores, han despreciado y que se ha convertido en piedra angular. Porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos. »

SEGUNDA LECTURA

Miren qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!. El mundo no nos conoce porque no le conoció a él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal cual es.

EVANGELIO

En cierta ocasión dijo Jesús: Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa, porque es asalariado y no le importan nada las ovejas. Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí, como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre y doy mi vida por las ovejas. También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a ésas las tengo que conducir y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo pastor. Por eso me ama el Padre, porque doy mi vida, para recobrarla de nuevo. Nadie me la quita; yo la doy voluntariamente. Tengo poder para darla y poder para recobrarla de nuevo; esa es la orden que he recibido de mi Padre.

EL BUEN PASTOR

Lástima que no nos sea tan familiar la profesión del pastor, para que saboreara nuestro corazón la dulzura del pastor que cuida con ternura la delicadeza de una oveja

Jesús resucitado se levanta victorioso para conducir al pueblo de Dios a las moradas eternas. Si Jesús está vivo, es precisamente para conducirnos de regreso a la casa del Padre, él es EL PASTOR.

Es Pastor PORQUE DA LA VIDA POR SUS OVEJAS. La muerte en la cruz cualifica a Jesús como Pastor, su resurrección le permite realizar su pastoreo.

En este domingo, que la Iglesia celebra el día del Buen Pastor, no es lo más importante la celebración social del ministerio del sacerdote, sino el reconocer presente en nuestra época a Cristo que nos conduce, que nos lleva a pastos alimenticios; y todavía más importante aún, ver la necesidad de ser BUENAS OVEJAS.

¿Qué nos ganaríamos celebrar el día del buen pastor si nos falta la docilidad y la humildad de dejarnos conducir en el misterio actual del pastoreo de Jesús?

¿De qué le serviría a Cristo ser Pastor si no encuentra en nosotros a sus ovejas?

Para que el pastoreo de Jesús pueda verificarse en nosotros, el Señor requiere además, UN CONOCIMIENTO MUTUO: conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí. Esto quiere decir que en la medida que conozcamos más a Jesús, más fácil escucharemos su voz, más dóciles seremos a sus invitaciones, más amorosamente responderemos a sus llamadas.

El que no CONOCE a Jesús, pasa de ser oveja para convertirse en lobo. Hoy vemos con claridad que el lobo es el que por desconocer a Jesús como pastor, se dedica al aniquilamiento de los hermanos, cobrando entonces verdad lo que decía Thomas Hobbes en el siglo XVII homo homini lupus, el hombre es un lobo para el hombre.

Señor, enciende la luz del corazón y agudiza los oídos del alma, para que conociéndote por el amor que siembras en él, podamos escuchar tus llamadas que nos conducen por caminos de felicidad a la casa del Padre.

Un abrazo
P Juan Manuel Toro V.

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