domingo, 14 de junio de 2015

DOMINGO 14 DE 2015 – DÉCIMO PRIMERO DEL TIEMPO ORDINARIO.

DOMINGO 14 DE 2015 – DÉCIMO PRIMERO DEL TIEMPO ORDINARIO. Autor: P Juan Manuel Toro V. Fuente: www.mensajespanyvida.org SEPAN QUE EL REINO DE D

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DOMINGO 14 DE 2015 – DÉCIMO PRIMERO DEL TIEMPO ORDINARIO.

Autor: P Juan Manuel Toro V.
Fuente: www.mensajespanyvida.org

SEPAN QUE EL REINO DE DIOS ESTÁ CERCA
PRIMERA LECTURA

Lectura del Profeta Ezequiel

Esto dice el Señor Dios: «Arrancaré una rama del alto cedro y la plantaré. De sus ramas más altas arrancaré una tierna y la plantaré en la cima de un monte elevado; la plantaré en la montaña más alta de Israel; para que eche brotes y dé fruto y se haga un cedro noble. Anidarán en él aves de toda pluma, anidarán al abrigo de sus ramas. Y todos los árboles silvestres sabrán que yo soy el Señor, que humilla los árboles altos y ensalza los árboles humildes, que seca los árboles lozanos y hace florecer los árboles secos. Yo, el Señor, lo he dicho y lo haré.»

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la segunda carta de san Pablo a los Corintios

Siempre tenemos confianza, aunque sabemos que, mientras vivimos en el cuerpo, estamos desterrados, lejos del Señor. Caminamos guiados por la fe, sin ver todavía. Estamos, pues, llenos de confianza y preferimos salir de este cuerpo para vivir con el Señor. Por eso procuramos agradarle, en el destierro o en la patria. Porque todos tendremos que comparecer ante el tribunal de Cristo, para recibir el premio o el castigo por lo que hayamos hecho en esta vida.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Marcos

En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: «El Reino de Dios se parece a lo que sucede cuando un hombre siembra la semilla en la tierra: que pasan las noches y los días, y sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece; y la tierra, por sí sola, va produciendo el fruto: primero los tallos, luego las espigas y después los granos en las espigas. Y cuando ya están maduros los granos, el hombre echa mano de la hoz, pues ha llegado el tiempo de la cosecha.» Les dijo también: «¿Con qué compararemos el Reino de Dios? ¿Con qué parábola lo podremos representar? Es como una semilla de mostaza que, cuando se siembra, es la más pequeña de las semillas; pero una vez sembrada, crece y se convierte en el mayor de los arbustos y echa ramas tan grandes, que los pájaros pueden anidar a su sombra.» Y con otras muchas parábolas semejantes les estuvo exponiendo su mensaje, de acuerdo con lo que ellos podían entender. Y no les hablaba sino en parábolas; pero a sus discípulos les explicaba todo en privado.

LA DINÁMICA DEL REINO

La liturgia de la Palabra del día de hoy nos permite nuevamente contemplar un par de aspectos sobre la manera como se dinamiza el Reino de Dios en nosotros. En primer lugar nos habla de una SEMILLA que entra en RELACIÓN con la tierra, para que por una virtualidad que no depende del hombre, se produzca una nueva vida que crece hasta dar fruto abundante.

¿Dónde está la vida, en la semilla, o en la tierra?

Pensemos que si colocamos en una caja la semilla y e otra la tierra, podrá pasar todo el tiempo que quiera, pero no habrá una nueva planta. Se requiere que entren en RELACIÓN. Sólo cuando nosotros como tierra buena (no pedregosa, ni llena de abrojos, ni a borde de camino) entramos en contacto con la semilla, daremos frutos que desde nuestra pequeñez (semilla de mostaza) nunca nos imaginaremos.

Los dos aspectos para contemplar en esa dinámico son: por un lado que no depende plenamente de nosotros que se dé la realidad del Reino… es un Don de Dos. La primera lectura nos revela que es Dios el que se preocupa desde el principio de plantar de hacer crecer desde lo alto del monte del Señor, de hacer florecer y de hacer producir fruto.

Por otro lado, cuenta con nuestra pequeñez. No nos preocupemos por nuestras pocas capacidades. Si Dios es el que hace fructificar el proceso entremos en esa dinámica del Reino con CONFIANZA. ¡Cuánto nos cuesta en la Iglesia aprender a vivir en minoridad! y no hablo de números que tanto les gustan a algunos, hablo de sentirse pequeños, de dialogar con otros, de escuchar, la Iglesia no acapara todo el Reino

Señor, venga a nosotros tu Reino.

Un abrazo
P Juan Manuel Toro V.

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