domingo, 3 de mayo de 2015

DOMINGO 03 DE MAYO DE 2015 - QUINTO DE PASCUA.

DOMINGO 03 DE MAYO DE 2015 - QUINTO DE PASCUA. Autor: P Juan Manuel Toro V. Fuente: www.mensajespanyvida.org SEPAN QUE EL REINO DE DIOS ESTÁ CERCA

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DOMINGO 03 DE MAYO DE 2015 - QUINTO DE PASCUA.

Autor: P Juan Manuel Toro V.
Fuente: www.mensajespanyvida.org

SEPAN QUE EL REINO DE DIOS ESTÁ CERCA

PRIMERA LECTURA

En aquellos días, llegado Pablo a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos, pero todos le tenían miedo, porque no se fiaban de que fuera realmente discípulo. Entonces Bernabé se lo presentó a los apóstoles. Saulo les contó cómo había visto al Señor en el camino, lo que le había dicho y cómo en Damasco había predicado públicamente el nombre de Jesús. Saulo se quedó con ellos y se movía libremente en Jerusalén, predicando públicamente el nombre del Señor. Hablaba y discutía también con los judíos de lengua griega, que se propusieron suprimirlo. Al enterarse los hermanos, lo bajaron a Cesarea y lo enviaron a Tarso. La Iglesia gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaria. Se iba construyendo y progresaba en la fidelidad al Señor, y se multiplicaba, animada por el Espíritu Santo.

SEGUNDA LECTURA

Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras. En esto conoceremos que somos de la verdad y tranquilizaremos nuestra conciencia ante él, en caso de que nos condene nuestra conciencia, pues Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todo. Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios. Y cuanto pidamos lo recibimos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada. Y éste es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos unos a otros, tal como nos lo mandó. Quien guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él; en esto conocemos que permanece en nosotros: por el Espíritu que nos dio.

EVANGELIO

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos.»
PERMANECER

Definitivamente, hoy, en la liturgia de la Palabra, sobresale abundantemente el término PERMANECER. Jesús se presenta como una vid en la que debemos permanecer.

Estamos en una cultura donde la constancia pierde su valor, a tal punto que es muy difícil encontrar personas con capacidad de contraer compromisos permanentes. Los matrimonios (si es que se celebra) se desbaratan con gran facilidad, no es raro el sacerdote o el religioso o religiosa que abandona con facilidad sus procesos vocacionales, en la vida cotidiana se perdió el valor de la palabra en los negocios y deben mediar infinidad de trámites legales que garanticen la permanencia de las partes, su responsabilidad y fidelidad a los convenios contraídos.

El hombre es un ser que ha ido perdiendo la capacidad de permanecer… y solo lo que permanece echa raíces, solo lo que permanece alcanza lo que promete la esperanza, solo el que permanece DA FRUTO ABUNDANTE.

La segunda lectura no permite descubrir los elementos que hacen posible el permanecer: Creer, amar y acoger en el Espíritu las Palabras que nos ha comunicado el Señor.

Que bien nos viene la invitación del Señor a permanecer, y de manera especial para que lo vivido en Semana Santa, el Misterio Pascual celebrado, no se quede en un simple fogonazo en el que se participó porque era lo que "tocaba".

Pidamos de corazón el DON DE LA PERSEVERANCIA, que muy bien nos ayuda a permanecer en el Señor.

Señor, Vid Verdadera, que en tu Misterio Pascual has abierto las fuentes de la Vida Eterna, concédenos PERMANECER unidos a ti, que eres nuestra esperanza.

Un abrazo
P Juan Manuel Toro V.

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