lunes, 15 de septiembre de 2014

Lunes de la 24ª semana de Tiempo Ordinario.

Lunes de la 24ª semana de Tiempo Ordinario. Autor: Arquidiócesis de Madrid. Fuente: archimadrid.es EVANGELIO Triste contemplaba y dolorosa miraba

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Lunes de la 24ª semana de Tiempo Ordinario.

Autor: Arquidiócesis de Madrid.
Fuente: archimadrid.es

EVANGELIO
Triste contemplaba y dolorosa miraba de Hijo amado la pena
Lectura del santo evangelio según san Juan 19, 25-27

En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena.

Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre:

-«Mujer, ahí tienes a tu hijo.»

Luego, dijo al discípulo:

-«Ahí tienes a tu madre.»

Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa.

Palabra del Señor.

¿Como cambiar la mirada?

Ayer contemplábamos la cruz, queríamos mirar a Cristo en la cruz esta semana de una manera especial. Pero mirar solo la cruz puede crear rechazo. Pedro, Santiago, Felipe, Bartolomé, Tomás …, el resto de los apóstoles no era que no quisieran al Señor, que se convirtieran de pronto en unos traidores, pero se escandalizaron de la cruz, les creó rechazó, les espantó. Sólo Juan supo dónde tenía que estar, junto a María y, por ello, junto al Señor.

"En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre: -«Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Luego, dijo al discípulo: -«Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa." El Evangelio de hoy es breve e intenso. Para cambiar la mirada que dirigimos a la cruz hay que aferrarse a la mujer, a la madre, a María. Con nuestra Madre se ve a Cristo en la cruz como "autor de salvación eterna." Se descubre que la muerte no es el final, que la enfermedad nos une a la Pasión gloriosa de Cristo, que el desgastarse por amor a los demás en la familia, en el trabajo, tiene un valor que se une a la redención de Cristo.

Mirar la cruz sin estar cerca de María nos llevará al rechazo o a pensar en nosotros mismos, a intentar esquivarla y dejarla lo más lejos posible. No es nada infrecuente que huyamos de la cruz, además es lo que haríamos todos si sólo descubrimos en ella una carga, un sufrimiento, una muerte. Pero con María, aún descubriendo la crudeza de la cruz y lo espantoso de nuestros pecados, descubrimos la fortaleza de la fe, nuestra mirada, como la suya, estará preñada de esperanza y se volverá hacia los demás llena de caridad. Tal vez no lleguemos a entender la cruz, incluso tengamos ganas de rebelarnos ante nuestras cruces, pero cuando intentemos darles la espalda encontraremos la mano de María que nos agarra, con los ojos anegados en lágrimas nos sonríe y, señalando a su Hijo, nos dirá en voz baja: "Ahí está la vida."

Nuestra Señora, la Virgen de los Dolores, que no los huye sino que los asume y los pone en los brazos abiertos de Jesucristo. Su dolor es un dolor como de parto, de dar a luz en su nueva maternidad de toda la humanidad, a cada uno de nosotros , con nuestros pecados, nuestras flaquezas y nuestras traiciones. Pero con ella miraremos a la cruz con otros ojos y de nuestra cobardía nacerá la valentía del Espíritu Santo. No la dejemos sola que Ella no nos abandona.

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domingo, 14 de septiembre de 2014

DOMINGO 14 DE SEPTIEMBRE DE 2014 – 24 DEL TIEMPO ORDINARIO.

DOMINGO 14 DE SEPTIEMBRE DE 2014 – 24 DEL TIEMPO ORDINARIO. Autor: P. Juan Manuel Toro Vallejo. Fuente: www.mensajespanyvida.org SEPAN QUE EL REINO

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DOMINGO 14 DE SEPTIEMBRE DE 2014 – 24 DEL TIEMPO ORDINARIO.

Autor: P. Juan Manuel Toro Vallejo.
Fuente: www.mensajespanyvida.org

SEPAN QUE EL REINO DE DIOS ESTÁ CERCA
PRIMERA LECTURA

Rencor e ira son también abominables, esa es la propiedad del pecador. El que se venga, sufrirá venganza del Señor, que cuenta exacta llevará de sus pecados. Perdona a tu prójimo el agravio, y, en cuanto lo pidas, te serán perdonados tus pecados. Hombre que a hombre guarda ira, ¿cómo del Señor espera curación? De un hombre como él piedad no tiene, ¡y pide perdón por sus propios pecados! El, que sólo es carne, guarda rencor, ¿quién obtendrá el perdón de sus pecados? Acuérdate de las postrimerías, y deja ya de odiar, recuerda la corrupción y la muerte, y sé fiel a los mandamientos. Recuerda los mandamientos, y no tengas rencor a tu prójimo, recuerda la alianza del Altísimo, y pasa por alto la ofensa.

SEGUNDA LECTURA

Hermanos: ninguno de nosotros vive para sí mismo; como tampoco muere nadie para sí mismo. Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así que, ya vivamos ya muramos, del Señor somos. Porque Cristo murió y volvió a la vida para eso, para ser Señor de muertos y vivos.

EVANGELIO

Pedro se acercó a Jesús y le dijo: « Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces? » Le dice Jesús: « No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. » « Por eso el Reino de los Cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos. Al empezar a ajustarlas, le fue presentado uno que le debía 10.000 talentos. Como no tenía con qué pagar, ordenó el señor que fuese vendido él, su mujer y sus hijos y todo cuanto tenía, y que se le pagase. Entonces el siervo se echó a sus pies, y postrado le decía: "Ten paciencia conmigo, que todo te lo pagaré." Movido a compasión el señor de aquel siervo, le dejó en libertad y le perdonó la deuda. Al salir de allí aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros, que le debía cien denarios; le agarró y, ahogándole, le decía: "Paga lo que debes." Su compañero, cayendo a sus pies, le suplicaba: "Ten paciencia conmigo, que ya te pagaré." Pero él no quiso, sino que fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase lo que debía. Al ver sus compañeros lo ocurrido, se entristecieron mucho, y fueron a contar a su señor todo lo sucedido. Su señor entonces le mandó llamar y le dijo: "Siervo malvado, yo te perdoné a ti toda aquella deuda porque me lo suplicaste. ¿No debías tú también compadecerte de tu compañero, del mismo modo que yo me compadecí de ti?" Y encolerizado su señor, le entregó a los verdugos hasta que pagase todo lo que le debía. Esto mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si no perdonáis de corazón cada uno a vuestro hermano.

LOS PERDONADOS QUE NO PERDONAN

La comunidad se edifica sobre el perdón, entendiendo el perdón como la más preciosa manifestación del amor. De aquí se desprende que los agentes destructores de toda forma de vida comunitaria son los incapaces del perdón.

Hoy el Evangelio nos muestra la gran miseria humana: un hombre que ha sido objeto de un perdón de proporciones inauditas, pero incapaz de perdona minucias.

El GRAN PERDÓN que ha recibido el hombre está clavado en la cruz y se levanta a lo largo de la historia para hacernos a cada uno de nosotros partícipes de ese misterio que nos permite participar en la naturaleza divina. Por ese Misterio Pascual, en el que se derrama el perdón sobre todos los hombres de la tierra, es que cada uno podemos tener acceso al cielo: "… sangre de la alianza nueva y eterna que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el PERDÓN DE LOS PECADOS"

Pero igual que nos narra el Evangelio, cada uno de nosotros, a pesar de semejante perdón recibido, hemos caído en rencores, venganzas, murmuraciones, indiferencias, deseos del mal para el otro.

Es verdad que perdonar es muy difícil… es más, "humanamente" es imposible; es decir, que el hombre en atención de su sola naturaleza, le resulta imposible el perdón ya que por el pecado dicha naturaleza está incapacitada para ello… prueba de eso es el famoso "perdono pero no olvido"… ""se me llenó la copa", etc. No, el perdón es de la esfera divina. El perdón auténtico será posible en una persona que se deja penetrar por el mismo perdón de Dios, a tal punto que la experiencia del perdón, Y DEL PERDÓN DIVINO, es lo que capacita el corazón para perdonar a los demás…
Esta es quizá la razón de que aquel empleado que había sido infinitamente perdonado (2.140 millones de DÓLARES) no fue capaz de perdonar la poca deuda de su compañero (3 millones de PESOS). A pesar de haber sido tan perdonado NO EXPERIMENTÓ LA MISERICORDIA.

¿CUÁNTO HACE QUE NO TE CONFIESAS?

Señor: entregarnos es muy duro, morir por el otro es la obra heróica de la cruz, concédenos el amor necesario para seguirte por el camino que hoy nos señalas. Amén

Un abrazo
P. Juan Manuel Toro Vallejo

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sábado, 13 de septiembre de 2014

Sábado de la vigésimo tercera semana.

Sábado de la vigésimo tercera semana. Lucas 6,43-49 "De la abundancia del corazón habla la boca." El mundo se rige por el egoísmo; el Evangelio por

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Sábado de la vigésimo tercera semana.

Lucas 6,43-49

"De la abundancia del corazón habla la boca."

El mundo se rige por el egoísmo; el Evangelio por la caridad. Por el egoísmo existen tantas discordias, se desencadenan tantas guerras, surge tantos odios y tantas envidias, se levantan tantas barreras y se viven tantas injusticias, hay tan pocos que tienen tanto y tantos que tienen tan poco.

Pero ten cuidado, que no siempre que se clama y ser reclama por la justicia, se hace por ella misma, sino que no pocas veces mueve a ello la incontrolada envidia, se invoca la justicia con fuertes gritos y reclamaciones, pero hiriendo a la misma justicia por el otro lado.

Llena tu corazón de Dios, de las cosas de Dios y así podrás ir pensando por tu vida, esparciendo semillas de Dios; semillas que luego germinaran y, a su vez, se convertirán en fruto sazonado y serán fuerte y origen de nuevas semillas.

Y cuando el mundo esté cubierto de semillas de Dios y cuando esas semillas germinen, el mundo quedará dispuesto para la instauración del Reino de Dios.

Habla de Dios, porque lo tienes en tu corazón.

Tenlo en tu corazón, para que puedas hablar de Él.

"Todo aquel que viene a mí, escucha mis palabras y las practica…"

Otra vez aquí el Señor nos va proponiendo algo así como las etapas en su divino servicio, los grados de semejanza con Él, que debemos ir alcanzando con nuestro esfuerzo de cada día.

Ir a Jesús: cuando Jesús les pregunta a sus apóstoles si también ellos se quieren alejar de Él, como lo habían hecho no pocos de sus oyentes, San Pedro asume la representación de sus compañeros en el apostolado y pregunta a Jesús: "Señor, si nos vamos a Ti, si nos alejamos de Ti, ¿a quién podemos ir; solamente tú tienes palabras de vida eterna?"

Ir a Jesús, porque en Él encontramos cuando desea nuestro corazón, solamente en Él hallaremos la paz, la tranquilidad y la seguridad que tanto anhelamos.

Escuchar las palabras de Jesús: ¿quién podrá ser mejor Maestro?; ¿quién tiene mensaje más verdadero y santo que el mensaje de Jesús? No dejes caer en el vacío las palabras de ese tu Maestro, que es Jesucristo; Él desparrama sus palabras, pero cada palabra de Jesús es como un pájaro que busca la rama de un árbol donde anidar, cada palabra de Jesús busca un corazón donde puede ser aceptada.
Poner en práctica las palabras de Jesús: no bastará que escuches la Palabra de Dios, que la aceptes de Dios, que te llames de ella; debes hacer todo eso, pero que orden a la vivencia.

Vivencia:

Hay muchos que ignoran cuál es la Palabra de Dios; muchos no han recibido la gracia de la evangelización; pero en este texto evangélico el Señor Jesús se dirige a todos aquellos que recibieron la gracia de la fe, que es un verdadero don de Dios; entre éstos te encuentras tú.

Ya de esto puedes sacar la primera conclusión: gratitud hacia nuestro Señor, que te eligió para ser el sujeto receptor de la evangelización; pero también tendrás que asumir la responsabilidad de haber recibido el Mensaje de salvación; ese Mensaje recibido lo tienes que vivir, lo tienes que hacer carne en tu vida.

Solamente cuando la Palabra se convierte en Vida es cuando la vida queda marcada por la Palabra de Dios; tu vida será una palabra de evangelización, cuando la Palabra de Dios se encarne en tu vida.

Fuente: El evangelio meditado por Alfonso Milagro, Editorial Claretiana.

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