sábado, 31 de enero de 2015

DOMINGO 01 DE FEBRERO DE 2015 CUARTO DEL TIEMPO ORDINARIO.

DOMINGO 01 DE FEBRERO DE 2015 CUARTO DEL TIEMPO ORDINARIO. Autor: P. Juan Manuel Toro Vallejo. Fuente: www.mensajespanyvida.org SEPAN QUE EL RE

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DOMINGO 01 DE FEBRERO DE 2015 CUARTO DEL TIEMPO ORDINARIO.

Autor: P. Juan Manuel Toro Vallejo.
Fuente: www.mensajespanyvida.org

SEPAN QUE EL REINO DE DIOS ESTÁ CERCA

PRIMERA LECTURA

Yahveh tu Dios suscitará, de en medio de ti, entre tus hermanos, un profeta como yo, a quien ustedes escucharán. Es exactamente lo que tú pediste a Yahveh tu Dios en el Horeb, el día de la Asamblea, diciendo: « Para no morir, no volveré a escuchar la voz de Yahveh mi Dios, ni miraré más a este gran fuego ». Y Yahveh me dijo a mí: « Bien está lo que han dicho. Yo les suscitaré, de en medio de sus hermanos, un profeta semejante a ti, pondré mis palabras en su boca, y él les dirá todo lo que yo le mande. i alguno no escucha mis palabras, las que ese profeta pronuncie en mi nombre, yo mismo le pediré cuentas de ello. Pero si un profeta tiene la presunción de decir en mi nombre una palabra que yo no he mandado decir, y habla en nombre de otros dioses, ese profeta morirá. »

SEGUNDA LECTURA

Yo los quisiera libres de preocupaciones. El no casado se preocupa de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor. El casado se preocupa de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer; está por tanto dividido. La mujer no casada, lo mismo que la doncella, se preocupa de las cosas del Señor, de ser santa en el cuerpo y en el espíritu. Mas la casada se preocupa de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido. Les digo esto para su provecho, no para tenderles un lazo, sino para moverlos a lo más digno y al trato asiduo con el Señor, sin división.

EVANGELIO

Llegan a Cafarnaúm. Al llegar el sábado entró Jesús en la sinagoga y se puso a enseñar. Y quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Había precisamente en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar: « ¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios. » Jesús, entonces, le conminó diciendo: « Cállate y sal de él. » Y agitándole violentamente el espíritu inmundo, dio un fuerte grito y salió de él. Todos quedaron pasmados de tal manera que se preguntaban unos a otros: « ¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad! Manda hasta a los espíritus inmundos y le obedecen. » Bien pronto su fama se extendió por todas partes, en toda la región de Galilea.

¿QUIÉN TIENE AUTORIDAD EN TU VIDA?

Todos nosotros "debemos" orientar nuestra vida conforme a unos criterios que normalmente vamos adquiriendo del entorno. Si no se poseen criterios que la orienten, no resta otra cosa que abandonarnos al arbitrio de los instintos, a lo que nos imponen los intereses personales, a la tiranía de la moda del momento o a la esclavitud de la cultura reinante.

Pero el problema es: ¿de dónde tomamos esos criterios?; la fuente de donde nos proveemos de ellos ¿qué autoridad tienen?; ¿quién es el que tiene la autoridad suficiente para que nosotros nos pleguemos a los criterios que señalan?

Hoy el evangelio nos muestra a Jesús como EL HOMBRE QUE HABLA CON AUTORIDAD, cumpliendo la promesa que encierra hoy el texto de la primera lectura tomada del Deuteronomio, en donde Dios se compromete a enviar a los hombres un profeta que tuviera en su boca solo palabras suyas y que lo que él hable es por su mandato.

Jesús tiene LA AUTORIDAD por una razón muy sencilla, porque en él, como en Dios mismo, lo que dice lo hace. Hay una identificación total entre la palabra y la obra, siendo por lo mismo que Jesús es el primero en poner en práctica lo que enseña.

Cosa parecida no se da siempre en el hombre. En él hay la capacidad de decir una cosa pero hacer otra dando espacio a la mentira.
En Jesús no hay mentira porque en él no existe ese espacio, y cuando dice en la Eucaristía esta es mi sangre que será derramada por el perdón de los pecados, inmediatamente sale a cumplir lo que habló.

¿No es esta autoridad, la de Jesús, la única que es suficiente para ser creída, aceptada, asumida, amada y seguida?

Esa autoridad de Jesús es la única capaz de desplazar el mal en nuestra vida. Ese es el significado del demonio expulsado. La única forma en que el mal en la historia puede ser vencido DEFINITIVAMENTE, es por medio de la autoridad de Jesús, en la medida que nosotros la dejemos que ejerza su poder en nosotros.

Señor, abre nuestros ojos para RECONOCERTE, y docilidad para aceptarte.
Un abrazo

P. Juan Manuel Toro Vallejo.

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viernes, 30 de enero de 2015

Sábado de la tercera semana.

Sábado de la tercera semana. Marcos 4, 35-41 "Maestro, ¿no te importa que nos ahoguemos?" Nos dice el Evangelio que "las olas irrumpían en la barca

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Sábado de la tercera semana.

Marcos 4, 35-41

"Maestro, ¿no te importa que nos ahoguemos?"

Nos dice el Evangelio que "las olas irrumpían en la barca".

Muchas veces las olas de las agitaciones y de la turbación invaden nuestro ánimo y amenizan hundirlo. Como olas que aplastan y demuelen son, a veces, las cosas de la tierra, las obligaciones del estado o del trabajo o la profesión; esas olas arrastran todo, hasta las ganas de vivir, de practicar el bien, hasta el deseo de mejorarse, de irse superado y perfeccionando.

Todos esos gozos y temores, deseos y dolores, ilusiones y desengaños sacan el alma de su interior, le hacen perder su vida de intimidad con Dios y su trato con el Espíritu Santo y lo hacen dedicarse única y exclusivamente a la vida exterior, a las preocupaciones y problemas de orden natural.

Cuántas veces un simple suceso, el más insignificante acontecimiento te deja imposibilitado, quizás por uno o varios días, para que te entregues a la oración; una noticia que recibes te hace perder la calma o el dominio de ti mismo, dominio y calma que son indispensables, para que puedas vivir vida de oración.

El profeta Isaías dice que "la vida es como un navío que se van sin dejar tras de sí ni la más mínima huella de su rápido paso"; eso es la vida con todo lo que ya le constituye, todos los sucesos, las variedades; pero tú no puedes ser como la vida; tú no puedes pasar, tú estás llamado a permanecer en tus propias obras, que dejaran la huella del mal o la estela del bien y que serán el fundamento de tu eternidad.

"Jesús estaba en la popa, durmiendo sobre la cabezal."

Cuántas veces Dios permanece dormido en el fondo del alma, o al menos pareciera que estuviera durmiendo.

Días de prueba, de tentación, de soledad y sequedad; las olas de las contradicciones azotan despiadadamente los flancos de la barca de nuestro espíritu; todo nos sale mal, todo nos contradice, en todo fracasamos.

En esos momentos y en esas circunstancias tan adversos acudimos a Dios por medio de la oración, nos refugiamos en Él, para ver si al menos Él nos entiende; pero tropezamos con que ese Dios que llevamos dentro parece dormido, o se que el sordo a nuestros requerimientos.

Hay que saber descubrir el momento de la tentación, para no desfallecer, sino permanecer en la esperanza del Señor.

"¿Cómo no tienen fe?"

También la hora de la prueba para la Iglesia en general, porque en muchas ocasiones también a nosotros nos parece que el Señor abandona a la Iglesia; se levantan persecuciones contra la Iglesia, surgen divisiones y parcialidades entre los mismos hijos de la Iglesia; entonces triunfaran las maquinaciones de los malos y la fe de los creyentes comienza a perderse.

El Señor no duerme ni abandona su Iglesia; simplemente quiere probar la fe y la constancia de sus fieles, quiere que su Iglesia se purifique en el crisol de la adversidad y cuando humanamente ya que se ha perdido toda la esperanza de salvación, entonces cuando interviene el poder de Dios, y vuelve la calma.

A menudo nos quejamos de las tormentas y ataques que debe soportar la Iglesia por parte de los que no pertenecen a ella; pero con mucha frecuencia somos nosotros los causantes de esos males, pues boicoteamos la barca de Pedro desde adentro con cismas entre la tribulación, rompiéndonos los remos mutuamente, o rasgando las velas, para enarbolar cada grupo una bandera distinta.

La renovación y purificación del mundo, nos advierte el Concilio Vaticano II, "se logra principalmente con el testimonio de una fe viva y adulta, educada para poder recibir con lucidez las dificultades y poderlas vencer".

Vivencia:

No debes extrañarte de que en ocasiones Dios permita alguna tempestad espiritual, alguna situación desagradable, alguna molesta contradicción, alguna persistente tentación.

Dios quiere, no hacerte caer, sino fortificante en la virtud y en la practica del bien; quiere que aumentes tus meritos, superando esas dificultades.

Para superarlas acude al Señor, aunque te parezca que no te oye; persiste y lograras lo que le pides.

Cuando Santa Catalina de Siena que se quejó al Señor de que había abandonado más cerca de ti que en ese momento".

Dios nunca te deja; tú sí que puedes a Él; es decir, el Señor nunca te dejará si previamente tú no lo dejas a Él.

Fuente: El evangelio meditado por Alfonso Milagro, Editorial Claretiana.

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jueves, 29 de enero de 2015

Viernes de la tercera semana.

Viernes de la tercera semana. Marcos 4,26-34 "El reino de Dios es como un hombre que echa la semilla en el tierra." La semilla crece en nosotros, p

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Viernes de la tercera semana.

Marcos 4,26-34

"El reino de Dios es como un hombre que echa la semilla en el tierra."

La semilla crece en nosotros, pero es tan pequeña.. Sólo Dios puede dar fuerza a la debilidad y nosotros nos dispondremos a la fecundidad de esa semilla en nuestro espíritu, si sabemos decir que sí a la Palabra de Dios.

La Palabra lleva escondida en sí la dinámica vital; a veces esa fuerza de la Palabra golpea violentamente nuestro espíritu y fruto de ese golpe surge la vida, la vida eterna que lleva en su interior la Palabra de Dios.

Pero ordinariamente es precioso esperar las sucesivas etapas por las que deben pasar la Palabra de Dios, hasta que llegue a convertirse en vida.

Será precioso en primer lugar leer u oír la Palabra; luego conservar esa Palabra en nuestro interior, para meditarla con detención y en prefundida, tratando de descubrir todo su alcance y toda su potencialidad; finamente, llegará la etapa en la que habrá que convertir en vida esa Palabra, ya que éste su termino y su finalidad.

El Reino de Dios incluye en sí mismo un principio de desarrollo, una fuerza concreta, que lo llevará hasta su total perfección; pero ese desarrollo del Reino no es algo que deba realizarse preencendiendo de nosotros, sino que somos nosotros los que debemos poner las condiciones necesarias para que el Reino llegue a su total desarrollo en nosotros y en los demás.

"A sus propios discípulos, en privado, les explicaba todo."

En repetidas ocasiones vemos en el Evangelio que Jesús abría el significado de las parábolas a sus discípulos, aclarándoles lo que para los demás permanecía oculto: es que el Señor trata con especial cuidado a los que llama para el apostolado, los adoctrina y les enseña con mayor cuidado; sabe el Señor el peso que gravita sobre los apóstoles, sobre sus profetas y así trata de ayudarlos a sobrellevar esa responsabilidad.

Seguramente nosotros también hemos sido anotados por el Señor en el número de sus apóstoles; entonces también con nosotros el Señor tendrá el especial cuidado y la paternal providencia para darnos a conocer su voluntad y pondrá en nuestras manos todos los medios necesarios para que podamos cumplir con nuestra vocación apostólica.

Repetidas veces se quejó el Corazón de Jesús a su confidente Santa Margarita de que Él tenia las manos llenas de sus gracias, pero que no hallaba quien estuviera dispuesto a recibirlas.

Inicia tú, si todavía no lo habías hecho, tu vida de íntima comunicación con el Corazón de Jesús; mantén estrechas relaciones con Él; comunícale tu interior; ábrele tu espíritu; no le guardes secretos. acostúmbrate a hablar con Él con sencillez, con confianza, volcando en Él todas tus preocupaciones, tus deseos, tus planes.

Vivencia.

La semilla crece por sí sola; en su interior lleva la fuerza que hace germinar. La semilla de la Palabra de Dios también por sí una fuerza vital; pero va a requerir de tu parte tu cuidado, tu colaboración. La Palabra de Dios, la inspiración del Espíritu Santo, las mociones de la gracia podrán comenzar por ser poca cosa en ti, pero si tú secundas esas inspiraciones y esos impulsos, que te llevan al bien y a la práctica de la virtud, podrán llegar a hacer de ti un hombre todo de Dios, un apóstol de Jesucristo. Deja que el Espíritu Santo obre e ti; Él tiene sus métodos y sus formas, algunas de ellas quizás algo dolorosas; no la rechaces, acéptalas y al final el Espíritu realizará en ti la obra maestra de la gracia, que tiempo Él va buscando.

Fuente: El evangelio meditado por Alfonso Milagro, Editorial Claretiana.

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